P. G. D. - Bilbao - 18/01/2009
La cooperativa de distribución Eroski, integrada en el grupo Mondragón, cerró ayer 17 de Enero un largo proceso para convertir en cooperativistas a todos sus trabajores. Eroski cuenta con 52.000 empleados de las que 38.500 no eran socios hasta ayer. La asamblea que la cooperativa celebró en Elorrio (Vizcaya) abrió la puerta al cambio. El rápido ritmo de expansión de Eroski, que le ha llevado a situarse entre las 100 primeras empresas de distribución del mundo, ha motivado que sus nuevas aperturas de establecimientos se realizasen a través de sociedades anónimas y con personal contratado por cuenta ajena.
El plan aprobado ayer 17 de Enero, que tardará aún varios años en ejecutarse por completo, supone la creación de sociedades cooperativas mixtas o de segundo nivel. La matriz, que cuenta con 8.000 socios, participará junto a los trabajadores en las nuevas sociedades. De esta forma, se evita el riesgo de que alguna cooperativa impulsada por Eroski decida tener vida propia y abandonar la disciplina de la firma para ser vendida o asociarse a otro grupo empresarial. La división de distribución de Eroski ya impulsó en 1997, a través de la sociedad Gespa, un plan para conceder a los trabajadores de las distintas sociedades anónimas derechos para participar en la gestión y en los beneficios. Sin embargo, no eran cooperativas.
La nueva propuesta es voluntaria y se abre a todos los trabajadores por cuenta ajena. Aquellos que no quieran unirse al grupo podrán seguir en su condición actual. Sin embargo, los nuevos ingresos se regirán por las mismas normas que en todas las cooperativas. Tras un periodo deberán comprar su participación.
El acuerdo supone una fuente de recursos para Eroski en un año en el que ha fijado medidas de ajuste del gasto. La sociedad matriz recibirá las aportaciones de todos aquellos trabajadores que decidan convertirse en cooperativistas.
El director general de Eroski, Agustín Markaide, señaló en una nota de prensa tras la asamblea que el esfuerzo supone también una renovación del "compromiso con Mondragón". Esta declaración quiere acallar los rumores que aludían a desavenencias entre la cúpula del grupo cooperativo y su división de distribución. La decisión de abrir el capital de Eroski a sus trabajadores implica una pérdida de poder de la central. Los socios trabajadores de las cooperativas mixtas supondrán dos tercios de la representación de la asamblea de Eroski, el equivalente a la junta de accionistas en una sociedad anónima.
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